viernes, 4 de julio de 2008

Promocion

Cierto día, mi día libre coincidió con el de Jonny. Se había levantado temprano, prendió un joint y salió. No eran ni el medio día cuando regresó cargado de bolsas llenas de ropa ficha. Se cambió y me convenció para dar una vuelta por Manhattan, era el pari(jerga de fiesta en spanglish, party)de una sobrina lejana que vivía en el uptown. Primero fuimos a un billar mexicano para empilarnos con unas Coronas y rompernos el ojo viendo a las meseras que atienden en este antro. El lugar era muy parecido a los cabaret que se encuentran en el centro de Lima, donde tomas una cerveza y una chica con minifalda te vende la cerveza mas cara de la ciudad, solo porque puedes decirle que le gustas y quieres llevarla a un lugar privado.
Tomamos unas 3 cervezas cada uno, jugamos billar y le decíamos cosas grotescas a las chicas con superminifaldas. En realidad, ninguna chica me atraía, solo no quería decepcionar a Jonny. Luego de una hora y 30 dolares menos en el bolsillo nos fuimos al pari. Era el quinceañero de una de sus sobrinas. Me presentó a toda su familia y también muchos paisanos de su pueblo. Me sorprendió la cantidad de familiares que tenía solo en New York, pero más me sorprendió la cantidad de compañeros de promoción de colegio estaban ahí. Jonny estaba feliz de ver a sus amigos después de tanto tiempo. No paraban de hablar y preguntarse donde trabajaban o vivían. Preguntaban por los que no estaban ahí. Se contaban que José se había casado con una gringa y ya tenía los papeles. Pedro estaba metido en drogas, estuvo en el bote por meses hasta que delató a sus complices, lo soltaron pero anda escondido. A Godofredo lo agarró la migra y lo regresaron a México. A otro lo habían visto vestido de mujer pero no le pasaron la voz no mames guey, ese vato te chupa la pija. Y así hablaban hasta que se quedaron sin mas nombres, ya no había mas que contar. Me acerqué donde Jonny para preguntar:
Piero-¿cuantos de tu promoción están en Usa?
Jonny-todos
Piero-no te creo
Jonny-en mi pueblo no hay trabajo, casi todos quieren venir para los yunaites . Allá todos somos campesinos. La feria que se gana es muy poca y no alcanza para vivir bien.
Piero-eso pasa en mi país también, pero toda tu promoción está en USA?
Jonny-todos crecemos con la idea de venir. Apenas tenemos quince o dieciséis nos mandan con un coyote.
Piero-tienes amigos aún en tu pueblo?
Jonny-no , ya no tengo mas que a mi abuela que no puede caminar sino también se hubiera venido.
Piero-¿y todos vienen caminando?
Jonny-ni siquiera tenemos pasaporte.no sabemos donde se saca eso.
Piero-¿qué papeles tienes ahora?
Jonny-un ID falso , lo compré en la Roosevelt por 40 dolares.
La quinceañera bailó con toda su familia el vals de Chayanne. Mientras todos aplaudíamos y mirábamos como se veían todos felices. Jonny y yo estábamos cerca de las 3 refrigeradoras llenas de Corona, Tecate, pero sobretodo de la rica Negra Modelo. En una mesa, al costado, habían un montón de pedazos de limón. Ese día comí un montón de tacos y el rico mole. La música también era nueva para mí: corridos, rancheras, reggaeton, bachatas y un poco de rock.
Algunas chicas se me acercaban para escuchar mi raro acento. Me advirtieron que todas tenían pareja o eran menores de 21, así que no me acercara mucho a menos de que quiera pelear o ir a la cárcel. Con ese panorama desalentador, lo único que me quedaba es la compañía de la Negra Modelo.
Las cervezas se acababan, la gente se iba yendo, algunos borrachos dormían, la pista de baile tenia solo una pareja, en la cocina ya no había tanto trajín, Jonny se despedía de sus amigos de infancia, de colegio. De repente no los vuelva a ver hasta el siguiente quinceañero. De pronto solo estaban algunos familiares, la quinceañera, Jonny y yo. Ya sus amigos se habían ido. Nosotros nos fuimos también. Caminamos bastante, no sabía a donde íbamos ni donde estábamos. Le pregunté si sabía donde estábamos. No respondió. Paró un taxi que nos llevó al depa. Entramos, abrió una Corona y se echó en su cama. Me quedé pensando cuantos de mis amigos habían salido al extranjero. Recordé a muchos amigos de colegio con los que pasé momentos cheveres en la secundaria, primaria o la universidad. Amigos que forman parte de mi historia. Las primeras fiestas, las primeras chicas, conversaciones interminables, borracheras de dos días, anécdotas interminables e inverosímiles. Me preguntaba por el destino de ellos. Donde sea que estén les deseo lo mejor.
(*)Ayer Wilfredo Vasquez , el trucha o trompetista, entrañable amigo del Colegio Militar Leoncio Prado partió a Japón para siempre. La calle Quilca y el Queirolo del centro de Lima no serán las mismas sin la presencia de mi hermano Wilfredo. A todos mis amigos que partieron al extranjero buscando un futuro mejor les deseo lo mejor. Espero algún día volverlos a ver para recordar aunque sea por un rato aquellos momentos donde eramos complices inseparables.